"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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14-04-2016 |
ENTREVISTA A MIGUEL URBÁN
“Podemos e IU-UP deben estar en una confluencia para ganar las elecciones”
El eurodiputado Miguel Urbán, tras una entrevista con cuartopoder.es . / Sato Díaz
Sato Díaz
Miguel Urbán (Madrid, 1980) lleva a cabo una tarea frenética como eurodiputado. Más allá de su labor en el Parlamento Europeo, no deja de viajar a zonas en conflicto como Palestina, los campamentos de población refugiada saharaui o el Kurdistán. Además, es una de las personas más volcadas con la construcción de un espacio en el que confluya la izquierda europea, por ello, fue uno de los pilares en la organización de las Jornadas por un Plan B en Europa que tuvieron lugar en Madrid el pasado mes de febrero o ha estado presente en las protestas del movimiento de los indignados franceses Nuit Debout , o ‘Noche en pie'.
A pesar de su actividad en la Unión Europea no descuida la política en el Estado español. Integrante de Anticapitalistas, la corriente más izquierdista de Podemos, participa en multitud de actos y protestas aquí y últimamente, en concreto, está dando charlas sobre la dramática situación de las personas refugiadas que intentan llegar a Europa. Crítico con la dirección de Podemos desde un primer momento, parece que con la crisis interna surgida con la destitución de Sergio Pascual como secretario de Organización y el nombramiento de Pablo Echenique para el puesto, Anticapitalistas y el sector más cercano a Pablo Iglesias se han aproximado algo en la visión sobre el partido. Urbán responde las preguntas de cuartopoder.
Sato Díaz: ¿Qué votará Miguel Urbán en el referéndum interno de Podemos sobre las negociaciones de investidura?
Miguel Urbán : Creo que sólo votaré la primera pregunta y votaré “no” a avalar un gobierno PSOE-Ciudadanos. La segunda pregunta tendría que haberse hecho mucho antes, ahora ya está respondida por los hechos: es imposible un gobierno para un cambio de verdad si no es Podemos el partido que lo encabeza.
Desde su punto de vista, ¿qué supondría que Podemos apoyara un acuerdo avalado por Ciudadanos?
— Nuestra ruina política y desilusionar a millones de personas, porque estaríamos apoyando un gobierno con un programa del PP, el IBEX 35 y la troika y eso nadie en Podemos lo plantea.
¿Por qué cree que el PSOE pacta con el centroderecha, con Ciudadanos, antes que con Podemos?
Porque el PSOE es un partido muy vinculado a las élites, a los intereses del capitalismo y del régimen del 78, igual que Ciudadanos. Creo que cada vez está más claro para mucha gente que el PSOE nunca se va a enfrentar a los poderosos, sino que lo que quiere es representarlos fielmente.
¿Cree que es posible una gran coalición del PP, el PSOE y Ciudadanos?
Sí, creo que es posible. Ahora se están peleando por ver quién lidera esa gran coalición o cómo se configura en concreto. Es todo una pelea de familia para seguir haciendo las mismas políticas mientras las clases trabajadoras siguen sufriendo paro, precariedad, condiciones laborales infames y el país sigue degradándose cada vez más, con plagas intolerables como la corrupción.
En el caso de que se diera esa gran coalición, ¿cuál debería ser el papel de Podemos?
Ser la voz en el Parlamento de esos millones de personas que van a sufrir las políticas de esa gran coalición, apoyar todas las luchas sociales justas que se den en las calles, hacer propuestas concretas para mejorar la vida de la gente y ponerse al servicio de la construcción de un bloque popular capaz de ganar en el próximo asalto y cambiar las cosas.
¿Qué motivos encuentra para mostrarse a favor y en contra de la repetición de las elecciones?
Nosotros, Anticapitalistas, dijimos que tal como estaban las cosas, las fuerzas del cambio no debían perder el tiempo con los enredos de los partidos del régimen. Y lo mejor era prepararse con tiempo a unas inevitables nuevas elecciones. Un “pro” es la oportunidad de forjar una confluencia más amplia que la actual, hacer una buena campaña participativa por abajo y superar al PSOE. Creo que es perfectamente factible. Un “contra” es que se instale un clima de hastío y resignación que lleve a alguna gente a adoptar una actitud pasiva y cínica con la política. Esa es la gran batalla: la batalla de la ilusión.
Habla de que en caso de repetición de elecciones, se debería trabajar en una confluencia más amplia. ¿Quién debería entrar en esa confluencia? ¿Ve factible un encuentro de Podemos y IU-UP para presentarse conjuntamente a esas elecciones de alguna manera?
Ya comenté en su día, en una entrevista en este mismo medio , que si nos viéramos con dos listas de unidad popular para las generales sería un desastre. Aún sigo pensando lo mismo, si vamos a una repetición de las elecciones no podemos repetir errores, tenemos que hacer todo lo posible para que tengamos una sola papeleta de unidad popular que exprese los anhelos de cambio desde el respeto a la diversidad y la pluralidad de sujetos. En este sentido, creo que Podemos y otras fuerzas han realizado esfuerzos de entendimiento muy importantes que han dado como resultado las confluencias. Pero en esta ocasión es necesario redoblar esfuerzos desde todos los frentes, en donde evidentemente tiene que estar IU-UP, no tanto para conseguir una suma de siglas, sino más bien para una confluencia de voluntades que nos permita realizar un proceso que multiplique y que nos permita ser la primera fuerza en las elecciones.
Estuvo muy involucrado en las jornadas Un Plan B para Europa que se celebraron en Madrid. ¿Qué novedades hay en la construcción de una convergencia de la izquierda europea?
Sí, fui una de las personas impulsoras del manifiesto inicial y de las jornadas del Plan B en Madrid, y actualmente sigo muy de cerca el desarrollo de la iniciativa. En estos momentos estamos trabajando para que la movilización del 28 de mayo, día de conmemoración de la Comuna de París, sea una realidad europea, en donde cada territorio pueda realizar diferentes actividades con la idea de construir un plan alternativo a la Unión Europea de la austeridad y la xenofobia. Los primeros días de mayo tendremos un evento en Viena para poder caminar en una coordinación de las diferentes plataformas y colectivos que están trabajando por una Europa diferente. Cada día que pasa y vemos la gestión xenófoba de la crisis de los refugiados, todavía más desde el vergonzante acuerdo de la Unión Europea con Turquía, aumenta la indignación contra unas instituciones que tienen sus manos manchadas de sangre. Ante esta situación, es urgente e imprescindible seguir trabajando por levantar un Plan B para Europa. La Unión Europea tiene hoy un plan que poco o nada se parece en la práctica a aquellos sueños fundacionales con los que supuestamente se gestó. Un plan que engendra monstruos y reaviva viejos fantasmas. Ya sabemos cómo terminó aquella historia. Por eso un cambio de rumbo no sólo es posible o deseable, sino que resulta urgente y necesario. Europa no puede seguir viviendo de mitos, necesita una ruptura democrática. Estamos dando pasos para conseguir que, desde un internacionalismo solidario y militante, la Europa de los mercaderes y la guerra se convierta en la Europa de la democracia y los derechos. Esperamos que el 28 de mayo sea una fecha importante en el camino hacia la consecución de otra Europa que cada día que pasa es más necesaria.
Ha participado en las movilizaciones del movimiento Nuit Debout en Francia. ¿Cómo ve este movimiento? ¿Qué importancia puede tener?
Realmente he participado menos de lo que me hubiera gustado. El martes pasado estuve en las movilizaciones estudiantiles contra la reforma laboral que propone el gobierno de Manuel Valls, muy parecida, por cierto, a la que en su día aprobó el gobierno de Rodríguez Zapatero en España y también he podido acudir a dos asambleas de Nuit Debout , una en París y otra en Bruselas. Mucha gente está comparando o asimilando el movimiento Nuit Debout al 15M porque mantiene elementos comunes y las imágenes de las asambleas en la plaza de Republique nos pueden recordar a la Puerta del Sol o tantas plazas que fueron ocupadas en mayo en el estado español. A pesar de ello, creo, como no podría ser de otra forma, que nos encontramos ante un movimiento distinto al que pudimos participar o conocer en España. En primer lugar, la ocupación de la plaza de Republique y el movimiento de Nuit Debout se gesta en el marco de las movilizaciones contra la nueva reforma laboral francesa. Por el momento, el liderazgo de las movilizaciones sigue en manos de los sindicatos franceses y no se ha producido un desborde ciudadano de los marcos tradicionales de movilización. A pesar de ello, se puede gestar una complementariedad muy interesante entre las plazas de Nuit Debout y el sindicalismo más tradicional, manteniendo una movilización social sostenida que pueda terminar con la retirada de la ley, produciéndose una victoria muy importante para generar un clima que favorezca la extensión del movimiento y el inicio de nuevas reivindicaciones más ofensivas.
Este movimiento tiene una importancia fundamental, no sólo para Francia, sino también para el conjunto de Europa. Desde la derrota de la reforma de las pensiones en el 2010, el movimiento y la izquierda francesa han estado presos de una parálisis y una crisis preocupante. Una situación que han aprovechado fuerzas xenófobas como el Frente Nacional para mostrarse como la única fuerza real de oposición al régimen de la austeridad que han aplicado tanto los conservadores como los socialistas. Por esto, que se hable de Francia, no por el aumento de fuerzas xenófobas como el Frente Nacional sino por la dignidad de un pueblo que sale a la calle u ocupa plazas contra la precarización que supone la nueva reforma laboral, es una gran noticia para los franceses y para el conjunto de los europeos.
Está muy volcado en relación con el drama de los refugiados. ¿Cómo cree que se puede organizar la ciudadanía para dar pasos en la solución de esta situación?
Siendo sinceros, después de lo que he visto y vivido en las diferentes fronteras y campos de refugiados, la verdad es que a uno se le queda una sensación de que ha hecho poco. Además de la frustración de asistir en el Parlamento Europeo al cinismo y la hipocresía de la mayoría de los grupos políticos, que ante esta situación de emergencia humanitaria prefieren saltarse nuestras propias leyes y abordar esta situación desde el cierre de fronteras. Mientras los Gobiernos en grandes reuniones de despacho construyen una Europa fortaleza que cuesta la vida a miles de personas, otra Europa, la de los miles de activistas y voluntarios en campamentos y fronteras, se niega a aceptar la xenofobia institucional de sus gobiernos. Eso demuestra que estamos en un momento en el que la propia idea de Europa está en disputa. El drama de los refugiados económicos o políticos no parece que vaya a desaparecer, sino todo lo contrario. Lo que estamos viendo es una espiral de recortes de libertades, una deriva securitaria, de barbarie y de miedo al otro, que recorre Europa. Libertad de circulación violada, derechos básicos aplastados, refugiados de primera y de segunda, chantajes a estados miembros para que ejerzan de policía fronteriza del resto. No es una suma de hechos aislados: es una tendencia suicida que demanda que nos replanteemos el proyecto europeo y que levantemos, desde la solidaridad y el apoyo mutuo, desde las calles y las instituciones, desde las organizaciones políticas y sociales, un Plan B frente a esa Europa de la xenofobia que avanza cual pesadilla orwelliana . Porque de ello depende que de las cenizas de aquel sueño europeo podamos construir un proyecto que nos permita convertir la solidaridad en derechos.
11/4/2016
http://www.cuartopoder.es/lentesdecontacto/2016/04/11/miguel-urban/3033
Lecciones de una domesticación frustrada
Jaime Pastor
Antes de entrar en el balance de las recientes peripecias en torno a la gobernabilidad, me parece inevitable mencionar algunas noticias que de muy diferentes lugares han llegado en la última semana: la aplicación a toda prisa del vergonzoso y criminal Acuerdo de la UE con el régimen turco contra el derecho de asilo de millones de personas que huyen de las guerras y el hambre /1 ; salida a la luz de unos “papeles de Panamá” que confirman una vez más la proliferación de los paraísos fiscales, esos sitios que corroboran que la figura del “anacoreta fiscal” se extiende cada vez más entre los ricos del mundo practicando así, como la define Pierre Rosanvallon, su particular “secesión” de sus países donde residen; y, en fin, la irrupción de una juventud parisina, del centro y también de la periferia, que toma el testigo del “espíritu del 15M” y convierte la “Nuit debout” en el detonante de una nueva ola de protestas y de ocupación del espacio público que se extiende por toda Francia… Éstos son solo algunos de los titulares relevantes en los comienzos de esta nueva primavera, siendo el más trágico y desgarrador el primero mientras que el más esperanzador es ese nuevo movimiento emergente en el país vecino, dispuesto a ofrecer un camino alternativo al que representa el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Mientras tanto, por estos lares el ministro Montoro reconoce que el déficit público llegó al 5 % en 2015, pero echa la culpa a las Comunidades Autónomas y les exige nuevos “sacrificios” (buscando, de paso, dar una nueva vuelta de tuerca en el camino de la recentralización política). Por si fuera poco, desde Bruselas llega el aviso de que el nuevo gobierno tendrá que hacer un recorte de 20 000 millones de euros en los presupuestos de este año. Sumemos a esto las nuevas evidencias de la corrupción del PP y la continuidad de la campaña mediática contra Podemos, con las falsas acusaciones policiales de financiación por el régimen venezolano, para situar mejor el contexto en que se han desarrollado las “negociaciones” entre los líderes de PSOE, C's y Podemos.
Ha sido dentro de ese clima político como hemos podido comprobar que, a pesar de las constantes rebajas programáticas /2 que el líder de Podemos ha ido ofreciendo para llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez (en una lógica que lo que hace es envalentonar a la otra parte mientras desconcierta a los suyos, sin por ello conseguir el objetivo marcado), se ha impuesto finalmente la realidad de que se encontraba ante un “pacto petrificado” (Nacho Álvarez) y un “secuestro” (Pablo Iglesias) en toda regla del PSOE por Ciudadanos. Un partido que, gracias a Pedro Sánchez, ha ocupado la centralidad que no le dieron las elecciones del 20D erigiéndose en el portavoz de unos poderes fácticos cuyo grado de hostilidad hacia Podemos no se ha rebajado un ápice desde su fulgurante irrupción electoral en mayo de 2014.
Entramos así en una nueva fase en la que la única hipótesis de investidura abierta (incluida una fórmula que pudieran encabezar figuras presuntamente independientes), en torno a la cual han girado desde el principio los esfuerzos de C's, es la que incluye a un PP que estuviera dispuesto a prescindir de Rajoy en la formación de un gobierno de coalición. Conscientes de las dificultades que encierra esa “solución”, más por el lado del PP que por el del PSOE, no es raro ya que la perspectiva de unas nuevas elecciones generales el 26 de junio vaya teniendo crecientes posibilidades de ganar en todas las apuestas.
Por eso no tiene ningún sentido que en la consulta interna que la dirección de Podemos ha decidido convocar entre los próximos 14 a 16 de abril haya incluido la pregunta “¿Estás de acuerdo con la propuesta de gobierno de cambio que defiende Podemos, En Comù y En Marea?”. Porque a la vista está que esa opción no tiene ninguna posibilidad de materializarse debido precisamente a ese “secuestro” de Pedro Sánchez por las fuerzas del régimen que denuncia Pablo Iglesias. Habría que preguntarse además alrededor de qué programa se propondría ahora ese gobierno: ¿el que se presentó en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el de la propuesta inicial a Pedro Sánchez, el posterior o el último? Y también, ¿con qué fórmula: formando parte de un gobierno con mayoría social-liberal o estrictamente “a la valenciana”, o sea, apoyando desde el parlamento pero sin estar en el gobierno?
Sólo la primera pregunta (“¿Quieres un gobierno basado en el pacto Rivera-Sánchez?”) tiene sentido, ya que es lo único que está en juego en estos momentos. En cambio, la segunda supone aferrarse a una fórmula empeñada en un emplazamiento a un PSOE que, pese a la oposición que en su seno expresa el sector representado por Pérez Tapias, está demostrando con creces ser un partido del régimen. Es fácil además concluir ahora que lo único que quería el líder del PSOE en esas conversaciones, una vez había optado por asumir el acuerdo con C's como irrenunciable, era forzar a la dirección de Podemos a elegir entre la abstención en su investidura y…aparecer como responsable de la convocatoria de nuevas elecciones.
Partiendo de que la respuesta a la primera pregunta va a obtener un No ampliamente mayoritario, el camino que se abre ahora a Podemos, a En Comù, En Marea y a otras “confluencias” que se puedan dar en el futuro es, por tanto, el de reafirmarse como alternativa en torno a un proyecto de ruptura democrática frente a los intentos restauracionistas de la “Gran Coalición”, ya sea porque ahora llegue a formarse ese gobierno o porque se materialice después de las próximas elecciones generales.
Ésos son los dos polos principales de alineamiento electoral que se anuncian si recordamos que no nos encontramos solo ante un problema de gobernabilidad, sino ante otro de mayor gravedad: el de la erosión creciente de legitimidad de este régimen y de unos “diktats” europeos cada vez más austeritarios. Por eso no tenía ni tiene sentido dejarse arrastrar por una lógica “gobernista” que pretenda ignorar que el trasfondo del debate ha de ir girando en torno a reforma o ruptura constituyente.
Eso no significa considerar que la tarea permanente de Podemos sea mantenerse en la oposición. La ventana de oportunidad para poder “ganar” y formar un “gobierno fuerte por el cambio” sigue abierta, pero habrá que ser conscientes de que si esa hipótesis se da en unas nuevas elecciones habrá que esforzarse desde ahora por crear las condiciones que eviten la repetición de lo que acabó ocurriendo a los “jóvenes socialistas” encabezados por Felipe González en los años 80 del ya pasado siglo: como bien concluyó Jesús Ibáñez de esa experiencia, fueron ellos los “ocupados por el poder” y no al contrario. Con mayor razón ahora cuando en aquel entonces “los de arriba” necesitaban de aquel PSOE como fuerza de recambio ante la descomposición de la derecha en el gobierno para estabilizar el régimen, mientras que ahora harán todo lo posible para impedir que Podemos llegue a gobernar.
Por eso la preparación ante unas nuevas elecciones habrá que asumirla no como un fracaso sino como la oportunidad para recuperar la ilusión en que “sí se puede”, generando una nueva “electricidad moral” en esos millones de votantes que siguen aspirando a un Cambio que vaya más allá del mero recambio de elites. La disposición del actual equipo dirigente de Podemos a revisar el modelo organizativo aprobado en Vistalegre, aunque tardía, es una buena noticia siempre que vaya en un sentido descentralizador y democratizador, más allá de las prácticas verticalistas y plebiscitarias, pero esto no basta /3 . Hace falta también, y sobre todo, recuperar la voluntad de contribuir al empoderamiento popular, a la construcción de esa infraestructura social, política y cultural que, junto con la presencia institucional alcanzada, permita abortar en el futuro los nuevos intentos de “domesticación” que sin duda se ensayarán desde arriba frente a Podemos.
10/04/2016
Jaime Pastor es profesor de Ciencia Política de la UNED y editor de VIENTO SUR
Notas:
1/ Por cierto, a propósito del reconocimiento de Turquía como “país seguro” conviene saber que la Asociación Internacional de Ciencia Política decidió cambiar el lugar de celebración de su próximo Congreso, previsto este mes de julio en Estambul, a la ciudad polaca de Poznan por razones de seguridad.
2/ Para un balance de esas “cesiones”: “¿Cuánto ha cedido Iglesias en su último documento de propuestas?”, Ibon Uría. InfoLibre, 8/04/2016.
3/ Coincido con lo que defienden Jesús Rodríguez y Román Sierra en “Un Podemos para construir poder popular”, cuarto poder , 4/4/16, http://www.cuartopoder.es/tribuna/2016/04/04/podemos-construir-poder-popular/8400
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